Simplificar es vivir. Y esta es mi historia te guste o no, pero mi historia.

Te cuento.

Dicen que todos tenemos un pasado oscuro. Y quien soltó esa frase… tenía razón.

Bueno, casi. Porque yo no lo veo oscuro. Yo lo veo obligatorio me atrevería a decir.

Me refiero a tener un pasado, me da igual el que tengas.

Ese de la foto de los pelitos rizao, no es el primo de Bisbal, soy yo.

Con mi compadre Paco el guchirribi y El oreja. Eso es en el caminito del rey.

Cuando no había control y mucho colgao suelto sin control también

En mis años de “hippyporro”, de “me-da-todo-igual”, de ver los días pasar como si el tiempo no costara dinero.

Recuerdo la cara de mi madre la pobre cuando llegaba todas la noches con los ojos como una lechuza.

“Los ojos que traes, hijo…”
No hacía falta más. Por suerte para ella solo duró unos pocos años jejjee.

Eso fue mucho antes de la Expo del 92, la de Curro, no la de Naranjito (que ese era del Mundial 82… aunque tengo recuerdos mezclados, ya ves).

Pero no me olvido. Ni de esos días. Ni de lo que vino después.

En el 92, mi padre —que en paz descanse— compró su primer minilab en el Sonimag de Barcelona.
Los más puretas os acordaréis:
una feria que parecía un enjambre de fotógrafos alrededor del mismo bote de miel.
Todos con la misma cara. Las mismas cámaras.

Y lógicamente el mismo miedo a quedarse atrás.

Y ahí estuve yo, desde ese 92 hasta 2010.
Encerrado en una especie de zulo, revelando fotos, echando horas y aprendiendo a base de mancharme las manos.

Hasta que en 2010, lo vi claro.

Tenía la cabeza llena de pájaros, sí. Pero también llena de ideas. Y de hambre.

Le hablé a mi padre. Le dije:
“No puedo seguir aquí. Necesito salir.”

Y el con sus no palabras, dándome aliento desde el silencio,

En fin

Con los pocos ahorros que tenía junto a mi mujer Mercedes —mi brújula cuando perdía el norte—
me lancé al vacío.

Diciembre de 2010. Sin plan B.

Alquilé un local y empecé a hacer de todo: fotos de carné, revelado de kiosco, bodas, colegios, comuniones, lo que cayera.

Porque cuando estás tieso, el mes te parece una semana. Y la dignidad no paga la luz.

Mientras otros presumían de estudios y cámaras nuevas, yo tragaba polvo, pero no me rendía.

Aguanté. Por mí. Por Mercedes, que no dejó de creer.

Por mis niñas, Natalia y María, que me han visto dormir poco, pero soñar fuerte.

Y hoy, 15 años después, sigo aquí.

Sigo en pie. Con un estudio que tiene alma. Con una marca que se siente. Con una comunidad que no solo me sigue, me cree.

¿Y cómo he llegado hasta aquí? dira tu verdad..ejee

Sin fórmulas mágicas. Sin postureo.

Solo con tres cosas que son tan jodidamente simples… que casi nadie las hace.

Un producto con verdad.
Una perseverancia que no se negocia.
Y una diferenciación tan clara, que hasta quien me imita lo sabe.

Esto no va de suerte. Ni de filtros. Ni de caerle bien a Instagram.

Esto va de estar cuando nadie mira. De elegir bien a tu cliente

— porque el cliente lo eliges tu por si no te has dao cuenta todavía—

Llevas la de ganar…..

…..Recuerda siempre

Vender no es convencer. Es enamorar.

Y enamorar no empieza cuando pulsas el disparador.
Empieza desde el primer mensaje.
Desde cómo recibes.
Desde cómo tratas.
y eso no se puede fingir.

Y cuando lo haces bien,
el cliente no solo vuelve.
Te recomienda. Te defiende. Te desea.

y como mi amigo Einstein decía,

“Todo debería simplificarse al máximo, pero no más.”

 o si no conoces a Einstein, te lo digo yo que ya soy mayor.

Lo mas difícil en esta vida es hacer las cosas fácil.

Y esa ha sido mi fórmula. Simplificar para no perderme. Ser fiel a lo que soy.

Y mirar hacia atrás solo para recordar por qué empecé.

Así que si alguna vez dudas,
acuérdate de esto:

Simplificar es vivir.
Pero vivir de verdad… es elegir tu camino y no soltarlo.

—Manuel González
Fotógrafo. Padre. Marido. Currante.
Y más cabezón que nunca.

Feliz día.

PD1. he cambiao pero hecho de menos esa vida, a veces jejeje.

PD2. Por cierto, el Oreja esta centrao y guchirribi es funcionario pero se quedó en lo 80 el cabrón.

PD3. Si te interesa lo que te cuento te apuntas a mi lista, si no te interesa con que no te apuntes ya está bien, nos hacemos un favor mutuamente.