No soy fan de Carrasco

Déjame decirte algo. Aunque no soy fan de Carrasco

Te cuento.

Lo que te voy a contar no es sobre fotografía. O sí.Tú ya me entiendes.

Ayer estuve en el concierto de Manuel Carrasco. Y aunque soy más de Sabina.

Allí estaba yo.

Rodeao de gente que lo daba todo…
me callé la boca.
Pero literal.
Porque mientras 71.000 personas cantaban a pulmón abierto,

yo estaba allí como un jubilao en un after

sin saber ni una puta letra y con cara de «¿qué está pasando aquí?»

Mi mujer emocioná, mi cuñá dándolo todo, miss niñas con los ojos brillando y lloroso…
y yo, con el móvil en la mano, grabando como si supiera cuándo venía el estribillo.

Pero no. Un carajo pa mi

Lo único que podía hacer era respetar esa magia y cerrar el pico.

Porque cuando ves algo auténtico, aunque no sea lo tuyo, te callas la boca y punto.
Y eso me pasó.

Pero salí de allí con más de una lección.

Entramos por la Puerta 6. Gate en ingles

Y me vino a la cabeza  Euclides (sí, el griego ese de las mates).
Que decía que el 6 es un número perfecto porque sus divisores suman lo mismo.

Vamos, que todo encajaba. Nada faltaba. Nada sobraba.

y aunque no soy muy fan de Carrasco, vale. ya te lo he dicho.

Cuando ves 71.000 personas cantando con el alma,
cuando ves a un tío emocionao que canta con verdad,
que conecta sin artificios…
entiendes que el éxito no es suerte.

 

Es sensibilidad. Es oficio. Es alma.

Y eso, miarma, también va de negocios.

Del tuyo. Del mío. Del de cualquiera que quiere vivir de lo que hace con el corazón.

Porque el éxito no va de llenar estadios.
Va de llenar lo que haces de sentido.
De tener un método, una base, una dirección.
Y de conectar con quien eres sin disfrazarte pa vender.

 

Nuestra Masterclass es justo eso.

No es masiva.
No es para todos.
Es pa los que están listos pa dejar de improvisar.

 

Y como la Puerta 6 por la que entramos anoche.
Tiene 6 claves que encajan al milímetro
para que tu negocio no sea una tómbola ni un quiero y no puedo.

Hablo de estructura.
De foco.
De criterio.
De construir algo que te represente, no que te agobie.

 

Algo tan honesto como el arte cuando es de verdad.

Como cuando Carrasco se emocionó al piano a capela delante de 71.000 personas…
y  sabías que no estaba fingiendo.

Si quieres, entra por la puerta 6 aquí.

Y si no… pues nada, sigue dando vueltas por fuera del estadio.

Yo no.